lunes, 15 de febrero de 2016

meses;

Será por eso que dejé de leer poesía; porque aún me sangraba el corazón. 
Que ya no piso Tirso ni la Latina,
Y en las entrañas de Madrid,
Me encuentro a Sabina dándote la razón

Ya no tomo café en bares a media tarde, 
ya no paseo por la belleza, 
ya no compro en puestos literarios de la acera. 

Ya no soy yo, por miedo a que tu vuelvas.