Aún tienes ese gusto exquisito en música y en literatura, sabes
elegir la película perfecta con el delicado equilibrio entre el entretenimiento
y la obra de arte. No creas que no me fijo.
No mentiré cuando me pregunten qué veo en mi futuro, aún te veo a ti,
la única persona con la que me planteé tener niños, aún te veo en el salón de
las librerías hasta el techo, viendo un partido de futbol mientras me das un
beso. Pero no son deseos de realidad, sino de utopía, el tipo de vida que
quería en mi futuro no la completo sino es contigo, y por eso me la imagino
todavía con tu figura, hay partes de tu cultureta que quería en mi madurez, hay
planes que quería contarle a mis hijos, hay historias, nuestra historia que
merecía ser contada en el calor de una chimenea o en privado en primavera en el
sur. Hay un futuro en mi cabeza en el que lo dejábamos todo para buscar una
nueva vida en Argentina, aunque solo fuese por seis años o seis días. Hay
muchas cosas que quería que fueran y no fueron, que nunca serán. No es que te
quiera de vuelta, es que quería la vida que nos habíamos prometido, y bueno,
esa la que no puedo hacer sola ni con otra persona, esa posibilidad ya no está
y aún, de manera inocente me la imagino, no me culpes por soñar despierta, no
quiere decir que tenga esperanzas de tenerla.
Te recuerdo con mucho cariño cuando me vienes a la memoria, te
tengo mucho cariño y es lo único que debería quedar de aquella historia, te
recuerdo con cariño porque me trataste con cariño. Y te defendería siempre como
intento, desde que te conocí, defender la alegría. Y, al margen de los
arrebatos de furia, en el fondo deberías saber que te respeto, que creo que
eres una persona maravillosa y que se sonreír cuando me viene un recuerdo.
Nunca tiraré ese collar que simboliza lo bueno, lamento haberlo intentado
alguna vez, y aunque quema en el pecho los pocos días que saco valor para
ponérmelo, no es más que otro recuerdo, otro bonito recuerdo.
Te encontré por casualidad, la
medalla del perdedor, tenia que haberle preguntado a google antes, era
fácil de adivinar. Me dolió leerlo todo, que me dejases por tonta todo este
año, como si fuera solo yo quien aún seguía extrañando, me dolieron frases como
te sigo esperando en el balcón, que
tú también encontrabas notas en los cuadernos, (todo los apuntes de mi ordenador
tienen alguna frase estúpida, cuando te escribía, lo leías y me contestabas en
el propio texto), yo también lo sé, sabes que siempre lo he sabido, pero me
revolvió las entrañas que me hubieras dejado tan tonta, tan indefensa, tan
loca. No estaba loca y tú lo sentías también yo lo sabía y nunca lo dijiste. Te
encontré por casualidad, y me dolió tanto que te tuve que responder.
Ya vuelvo al silencio de las mañanas vacías, aunque a las nueve de
la noche siempre me sale una sonrisa, porque creo que piensas en mi, y que le
pones el mismo cariño con el que yo lo hago.
Un beso, Dano.