Hoy voy a escribirle al próximo hombre que entre en mi vida y no
me decepcione,
al próximo canalla caballero que me compre flores por placer de la
conquista,
al que se atreva a intentarme, a robarme deliberadamente una
sonrisa.
Me rindo (lo advierto) en la búsqueda del utópico hombre perfecto
y me rindo también en los hombres de barra de bar que me tiran sólo un mínimo
de onda. Ya basta.
Quiero el mundo entero y lo quiero pintado de carmín, de rosa, de
pasteladas en la televisión los miércoles por la tarde.
Quiero mariposas en el estómago, el cortejo, la lucha, la fiebre:
lo quiero todo. Y a cambio ofrezco la aventura, la tensión, la pasión y los
abrazos. Sé que en el embolado del amor ya soy una experta. Prometo esos roces
de rodilla en las comidas familiares: prometo la luna porque sé que aprendí a
romper los esquemas de un hombre que se entrega.
Pero cuidado, exijo mucho a cambio: Voy a exigirlo todo. Porque tengo tantas ganas de
entregarme en cuerpo, corazón, piel y pupilas que le doy mi vida al próximo que
me regale 6 sonrisas, 3 noches y un abrazo sin volarlo todo por los aires.
A veces cuando pides todo pides tan poco, que se convierte en utopía.
Muy buena idea esa carta al "hombre de tu futuro" quizá mi entrada "a ti" era algo parecido a eso, aunque no a la chica de mi futuro, por desgracia. Un saludo!
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