Hay que ver qué guapo estás desde que no estamos juntos, te sienta
bien estar soltero. Te brillan más los ojos, te sobran las sonrisas y esos
pantalones te quedan más holgados, hasta diría que la barba descuidada te la
estás cuidando.
Te escucho hablar entre la gente, comentar tus planes, tus proezas
de fines de semana y no se si te idealizo o es que de verdad estás más guapo:
se te engrandece el pecho y tienes la mirada más alta como si fueras
consciente de tu propia condición de ejemplar único, como si te hubieras visto
con mis ojos. Me sonrojo al imaginar que
hayas sido capaz de mirarte por mi retina. Me he fijado en los planes que
quieres hacer y nunca quisiste cuando estábamos juntos, hablas de expectativas
de futuro, de ideales, de las guerras que quieres luchar.
Sé que te dejas la piel en cada palabra, que se te desgarra la voz
cuando te inunda la esperanza y no puedo evitar preguntarme si alguna vez te
hice feliz o fui las cadenas que te amarraron al suelo, si acaso era yo quien
te cortaba las alas. Me entristece pensar que te volcaste en crear la
revolución en mi pecho y dejaste en pausa tu propia insurrección para retomarla
ahora como si te hubieses alzado contra el mundo y reclamases tu legítimo
puesto.
" Te quiero tuyo, es mi declaración de amor definitiva "
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