miércoles, 14 de octubre de 2015

La rebeldía es sexo

Hay que ver qué guapo estás desde que no estamos juntos, te sienta bien estar soltero. Te brillan más los ojos, te sobran las sonrisas y esos pantalones te quedan más holgados, hasta diría que la barba descuidada te la estás cuidando.

Te escucho hablar entre la gente, comentar tus planes, tus proezas de fines de semana y no se si te idealizo o es que de verdad estás más guapo: se te engrandece el pecho y tienes la mirada más alta como si fueras consciente de tu propia condición de ejemplar único, como si te hubieras visto con mis ojos. Me sonrojo al  imaginar que hayas sido capaz de mirarte por mi retina. Me he fijado en los planes que quieres hacer y nunca quisiste cuando estábamos juntos, hablas de expectativas de futuro, de ideales, de las guerras que quieres luchar.


Sé que te dejas la piel en cada palabra, que se te desgarra la voz cuando te inunda la esperanza y no puedo evitar preguntarme si alguna vez te hice feliz o fui las cadenas que te amarraron al suelo, si acaso era yo quien te cortaba las alas. Me entristece pensar que te volcaste en crear la revolución en mi pecho y dejaste en pausa tu propia insurrección para retomarla ahora como si te hubieses alzado contra el mundo y reclamases tu legítimo puesto.


" Te quiero tuyo, es mi declaración de amor definitiva "

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