sábado, 17 de octubre de 2015

Retirada de trincheras

Soy idiota, por creer en el amor a toda costa, por enamorarme de un poeta, que son las almas más atormentadas, por haber querido salvarte cuando era yo quien estaba a la deriva y soy idiota. Pero no tanto como para creer en el destino; el destino no me ha dicho nunca a donde ir ni me creo que haya nada que delimite nuestras vidas, mi destino esta en esos ojos azules, y mi puerto está en tu pecho cuando naufrago. 

Pero he fracasado, lo reconozco, fracasé en la confianza y fracasé en como recuperarte, fracaso ahora, pero te pongo a ti por delante, a tus planes que no cumplirías a mi lado y a tu dolor, que es culpa mía. Y te presento mi carta de dimisión por haber sido una corrupta y haber robado nuestro futuro. Me retiro, de una carrera que corro sola para que en mi lugar en un futuro sea solo o sea con otra, llegues tu a otro Puerto que no sean mis errores.


Más equivocadas palabras de Junio y su falta de excesos, encontrado en una nota en el móvil, escrito  en la parada del parque el último día que estuve en la terraza de los ceniceros de flores.

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